¿ Quiénes somos?

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Somos un espacio político construido por militantes provenientes de distintas prácticas y líneas ideológicas: asambleistas, de movimientos sociales y reivindicativos, barriales, solidarios, de Derechos Humanos, ambientales, de cooperativas y fabricas recuperadas, de la CGT y de la CTA; marxistas, peronistas, progresistas, del campo nacional y popular, guevaristas, de la izquierda nacional. Todos enfocados en construir una síntesis de pensamiento y de práctica, útil para nosotros, y para nuestro Pueblo en torno a un objetivo común, la Patria Justa, Libre, Soberana y Participativa. Trabajamos fervientemente por la unidad del Campo Popular, por su organización, para garantizar un proceso de avance continuo que nos permita aprender de los aciertos y errores del pasado y llegar a esa Patria digna. Sin esa unidad no habrá una segunda y definitiva independecia. Luchamos por la unidad de Ameríca, la Patria Grande, negra, blanca, morena, cobriza sin la cual la defensa de los intereses nacionales caería en una lucha egoista que a la larga nos traería una nueva derrota. Una nueva frustración. Solo junto con nuestros hermanos continentales podremos concluir en victoria.

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Hugo Yasky diserta junto a los compañeros del Movimiento Popular Patria Grande

Hugo Yasky diserta junto a los compañeros del Movimiento Popular Patria Grande

Norberto Galasso (Corriente Enrique Santos Discépolo) y Hugo Yasky (Secretario General de la CTA)

Norberto Galasso (Corriente Enrique Santos Discépolo) y Hugo Yasky (Secretario General de la CTA)

200 compañeros participaron del acto en el hotel Bauen

200 compañeros participaron del acto en el hotel Bauen

L. Iacomini, N.Galasso , H. Yasky , I Ivancich

L. Iacomini, N.Galasso , H. Yasky , I Ivancich

lunes, 5 de julio de 2010

Alrededor de la renuncia de Taiana y algunas otras cosas

Alrededor de la renuncia de Taiana y algunas otras cosas

Por Lido Iacomini


El proyecto popular acumula y la oposición se desfleca

Tenemos enemigos y adversarios, cosas diferentes claro, pero que el oportunismo hace que naveguen juntos a menudo, en un difuso magma opositor en el que, al menos hasta hace muy poco, conviven dificultosamente la derecha destituyente más pura y dura y distintas variantes de “centroizquierda” e incluso de izquierda, unidas en su afán común de hacer hocicar al gobierno.

Desde esos aciagos días que experimentamos con la derrota en la lucha por la “125” y el serio traspié electoral del año pasado, se redobló la actividad aventurera de un importante sector de la oposición y muchos progres fueron a la cola convencidos que estaban a la cabeza. La realidad tenía poco que ver con las expectativas de la oposición de apoderarse rápidamente del gobierno, que según su visión se caía de las manos del kirchnerismo. Por un lado el Gobierno de Cristina no se dio por muerto y redobló la apuesta a las transformaciones favorables al movimiento popular, dando lugar a la etapa de iniciativas más fructíferas. Y por otra parte el movimiento popular fue desplegando sus fuerzas y mostrando su potencialidad para ganar la calle, demostrando que experimentó una rápida maduración y asimilación de los peligros de la derecha ensoberbecida y fue capaz de destacar un activo militante con persistencia y en desarrollo y expansión. A la concentración en la cancha de Ferro y a la masiva conmemoración del 24 de Marzo le siguió la formidable movilización por la Ley de Medios, luego el fenómeno de 6,7 y 8, culminando con la inédita presencia popular en las conmemoraciones del Bicentenario, dejando atrás una fase que se había caracterizado por la aflicción, el defensismo y su proyección en el campo político como dominio de los fundamentalismos destituyentes.

El escenario político se desplaza

Las dificultades parlamentarias, complejidad resultante del traspié electoral, no se diluirán fácilmente, pero el campo opositor, en su conjunto, ha recibido un duro e inesperado impacto y ha tomado nota del giro de la llamada opinión pública, evidenciada en la participación del pueblo en el Bicentenario. Ni fácil, ni rápidamente será posible desentrañar todo el significado de este vuelco popular, pero con seguridad no beneficia a la reacción y por eso ésta mira el fenómeno con temerosa cautela. Ya se han producido, y se seguirán produciendo, giros y desplazamientos. Estos se hicieron nítidos con la derrota de Cobos en las internas radicales y la perspectiva de un nuevo liderazgo de cuño alfonsiniano desparramó expectativas en importantes sectores de la oposición. Binner se apresuró (felicitaciones calurosas a Alfonsín mediante) a consolidar una perspectiva opositora de centroizquierda, que lo libere del incómodo abrazo de la derecha más recalcitrante, advertido de que los realineamientos a favor del Gobierno de Cristina (fuertemente conmovidos por la Asignación Universal por Hijo), verificables en el conjunto de la opinión pública, resultaban en un imperativo, aunque visiblemente hipócrita, desplazamiento de casi todo el escenario político hacia la centroizquierda. De Narváez llegó a decir que Macri es demasiado “derechoso” para el peronismo federal y Felipe Solá lo corre a Duhalde por izquierda, reivindicándose defensor de los Derechos Humanos. De golpe una gran parte de la derecha destituyente se coloca ropajes coloreados, al menos rosaditos.

Todos saben que un año en Argentina, y sobre todo con el marco de la crisis mundial actual, es demasiado e imprevisible tiempo. Pero bien, al menos sabemos que no hay análisis estático, congelado, que sea válido con el correr de los meses, sino que debemos estar alertas a los cambios y confiar en el curso más profundo de los acontecimientos: Latinoamérica y sus pueblos recorren el camino de su unidad y su autodeterminació n. Pero también late amenazante el fantasma de la guerra. Sobre esto volveremos después.

Acá, entre las posibilidades está, que en lugar de enfrentar a Cobos asociado a la Mesa de Enlace y algunos otros fundamentalistas de la derecha opositora, tengamos enfrente a una engañosa variante neoalfonsinista o si se quiere un revival de la Alianza (esta vez sin el derechismo delarruista) . A eso lo están invitando a Pino y su Proyecto Sur. Pero seamos claros: el triunfo de cualquiera de las dos variantes significará, más rápido que tarde, la clausura de un proceso posible de profundizació n de los cambios y la enorme dificultad para consolidar lo ya conquistado. Es en ese marco que nosotros sostenemos que es indispensable la más marcada y amplia unidad de sectores, grupos y clases sociales para enfrentar las perspectivas restauradoras y que en el proceso político del largo año que se viene debemos hacer los mayores esfuerzos para impedir las divisiones y fraccionamientos que favorecen a la reacción.

La gema del movimiento obrero

La unidad de acción del movimiento obrero argentino es una gema preciosa y constituye una bandera y un ejemplo que debe consolidarse. Esto es un fundamento básico del apoyo que debemos prestar a la reelección de Hugo Yasky al frente de la CTA, para mantener la posibilidad que los dos Hugos unifiquen fuerzas en los momentos cruciales de la vida y la lucha nacional.

Cuando miramos hacia otras latitudes y frente a la prosecución de la brutal crisis económica que atraviesa al capitalismo imperialista hegemonizado por los EEUU, vemos como España días atrás, ahora Inglaterra, adoptan medidas de ajuste, de las que el FMI ha sido el principal impulsor y difusor y de las que nosotros hemos sufrido y escarmentado. Con preocupación uno otea el horizonte esperando la respuesta de los pueblos y la principal expectativa es el movimiento obrero organizado, la única y experimentada fuerza que puede ponerle coto a esta prosecución del saqueo financiero y ser capaz de defender los intereses populares. Y uno se sorprende: las vertientes más combativas del movimiento obrero español se unen para hacer un paro…dentro de tres meses. Quizás sea lo que necesitan para sacar del letargo al movimiento, pero también es probable, lo más probable, que en ese tiempo se hayan consolidado las recetas clásicas del neoliberalismo asfaltando el camino hacia el infierno. Esperemos que la presencia argentina en el foro internacional del trabajo, representada con dignidad en el discurso dado por nuestra presidenta Cristina, constituya una contribución importante. Quizás sea que esperamos respuestas ágiles, contundentes, que desde nuestra visión política, desde nuestras dolorosas experiencias, son las que consideramos necesarias.

Esto hace más visible el valor de una camada de dirigentes de los trabajadores (en ambas centrales sindicales) que han realizado un largo aprendizaje como para saber combinar con sabiduría la firmeza de principios en la defensa de los intereses de clase con la inteligencia política necesaria para saber defender los escenarios conquistados para no tener que dar un paso atrás.

Como bien señalara la compañera Silvia Díaz, la CTA sufrió la injusticia de éste gobierno que no tuvo aún el gesto de grandeza de otorgarle su justa demanda de personería. Sin embargo Hugo Yasky y su gente tuvieron la grandeza necesaria de poner por delante los intereses generales del país de los legítimos derechos de un sector.

La renuncia de Taiana y los fantasmas de la guerra

Quizás frente a la falta de precisiones, para acercarnos al significado político de la renuncia de Taiana, no haya que empezar por Taiana. Acertemos o no en esa especulación, será fructífero introducirnos en la problemática internacional.

Hace muy poco, casi en las vísperas del brutal y aparentemente desmesurado ataque israelí sobre el convoy humanitario que saliera de Turquía rumbo a la Franja de Gaza, la iniciativa audaz de Itamaratí llevó a Lula al suelo iraní, acompañado no casualmente por el agredido gobierno turco. Allí demostraron que si había voluntad política de encontrar una salida pacífica a la crisis en torno a los usos de la energía nuclear del demonizado régimen revolucionario iraní, esta se podía lograr. Lula, el protagonista principal, volvió con el “acuerdo” en sus alforjas. El Departamento de Estado y sobre todo y seguramente el Pentágono, lo rechazaron de inmediato.

A renglón seguido la diplomacia militar israelí se encargó de saturar con pólvora el escenario internacional, atacando en mares neutrales y ofició de clandestino peón norteamericano para provocar un incidente entre las dos Coreas.

Poco después los norteamericanos, con su redoblada ofensiva en la ONU, consiguieron la condena y el castigo contra Irán, por su peligrosidad virtual y la absolución de Israel, por su peligrosidad real.

Mientras China y Rusia ceden ante la presión norteamericana, evitando la confrontación con la superpotencia y dejan a Brasil en la estacada, la Cancillería argentina –gestión Taiana mediante- apoya a Lula y produce un durísimo documento condenatorio de la agresión israelí sobre el convoy humanitario y demanda el cese del guetto de Gaza y el respeto por los derechos del pueblo palestino.

Podemos pasar de los horrores de la mayor crisis económica, desarrollada en los principales centros del capitalismo mundial, a los horrores de una guerra provocada para defender una salida de la crisis, sólo en beneficio del monstruo financiero que la ha generado.

La reunión del G20 es expresiva de las divergencias sobre el rumbo a imprimir a los acontecimientos mundiales, y no solo entre este importante grupo de naciones, sino incluso en el corazón mismo de las alianzas dominantes. Mientras Obama se alinea con los emergentes buscando algunas reformas a los mecanismos financieros internacionales, el verdadero poder imperialista persiste en la defensa de los peores rasgos del modelo neoliberal. Por eso el FMI y el Banco Mundial persisten en las recetas de ajuste como si el Consenso de Washington estuviera en su apogeo. En consonancia el Pentágono despliega dispositivos bélicos en Corea y Medio Oriente. Desde allí miran la guerra como el camino de recomposición del dominio hegemónico deteriorado. La gran banca financiera, a pesar del gran desorden mundial que su insaciable ambición ha provocado, intenta seguir diseñando desde Wall Street los rasgos principales de la política imperialista del siglo XXI, sin reformas limitantes a sus intereses globales.

Los estallidos financieros, cual fichas de dominó que se caen, se extienden por Europa y expresan la continuidad y vigencia de la crisis, agitadas como chantaje sobre los pueblos para que éstos acepten pagar sus costos vía “ajustes”.

El conflicto palestino israelí, históricamente irresuelto por su incrustación en la estrategia imperialista norteamericana, fue agravada ex profeso como prolegómeno a la guerra que el Pentágono prepara contra Irán.

En nuestro país el gobierno kirchnerista no heredó solamente una estructura económica monopolica-mente concentrada, sino también conflictos internacionales que dirimieron en nuestro territorio soterradas disputas, agravadas por la irresponsabilidad menemista. Las necesidades políticas internas, condicionadas básicamente por la dolorosa memoria de las víctimas de los atentados de la AMIA y la Embajada de Israel, limitaron la autonomía necesaria frente a las presiones de los lobbys de la comunidad, financiera y de negocios, judía de EEUU.

Ante el agravamiento de la situación internacional en Medio Oriente-Irán, la presión norteamericana crece y coloca en serias dificultades a la política argentina, desde su postura jurídica en relación al monstruoso atentado a la AMIA que compromete, a mi entender equívocamente, a Irán.

Frente a la magnitud de estos hechos la renuncia de nuestro Canciller está patéticamente teñida por un silencio analítico sospechoso e inútil. La información oficial es comprensiblemente formal y sirve para encubrir lo que no se quiere hacer conocer. Las características personales de Taiana, especialmente su discreción y su bajo perfil mediático a la vez de su compenetració n con el proceso político en marcha, ayudan a la mediocridad cautelosa de los medios de comunicación.

Las versiones circulantes no dan cuenta de la trascendencia del cambio de funcionario. No se cambia una figura central de la sustancial política exterior elaborada y desplegada durante los últimos años por asuntos de poca monta. Cuestiones como el caso Sadous e incluso los trascendidos sobre los controles en el caso Botnia podrían ser tan sólo detonantes o excusas circunstanciales que velan el análisis más serio y profundo. La oposición y los medios monopólicos ahora canta loas al ministro renunciante simulando un respeto por su figura y papel que no exhibieron antes. Como si Taiana no tuviese nada que ver con la cercanía del Gobierno con el Gobierno de Hugo Chávez y la ceremoniosa y cordial distancia con el gobierno norteamericano. Sus críticas machacaron con la cercanía con la demagogia venezolana (y más específicamente con su “autoritarismo” hacia los medios de prensa) y la vocación de este gobierno para aislarse del mundo “real”, se entiende mundo norteamericano.

No se puede dejar de señalar que la posición de Taiana ha sido coherente, de pleno convencimiento y de firmeza. Se puede señalar que la política sobre Israel muestra algunas debilidades compensadas por la fuerte declaración de condena a los acontecimientos de Gaza. Al leer el reciente reportaje a Timerman en Pagina 12 esto cobra relevancia por la vuelta a un exceso concesivo y también resalta la posición sobre Brasil que no tienen ni la moderación ni discreción que tuvo Taiana al respecto. Pareciera que el Gobierno nacional, con el cambio de Canciller mueve el péndulo de sus relaciones internacionales: el nuevo Ministro es reconocido por sus aceitadas relaciones con el lobby sionista norteamericano y el establishment político y diplomático del país del norte. La participación de nuestra presidenta en los foros del trabajo y del G20 en esta semana no prefigura ningún cambio sustancial de nuestras políticas. Y seguramente Timerman será un soldado obediente de las instrucciones presidenciales. Pero a ese nivel, en una función altamente sensible y decisiva para un país que viene luchando por un lado por una alto grado de autonomía y por otro por la gestación de una vasta red de alianzas, transitorias unas y casi permanentes otras, los hombres y sus cualidades suelen ser decisivos. Y entre Taiana y Timerman hay más de un matiz diferencial en concepción y más de una pequeña brecha en calidad.

Pero estas “correcciones” podrían leerse como asimilaciones de un cuadro de situación cada vez más complicada en el frente externo. Los rumores sobre una posible agresión pentagonista- israelí se han incrementado encendiendo las luces rojas de la guerra. Frente al voto en la ONU de China y Rusia junto a EEUU en contra de Irán, incluso Brasil ha debido retroceder a contrapelo de la audacia ostentada por Lula en el último tramo de su gestión. Y no hay que dejar de considerar que es hacia EEUU donde huyó la Sra. Ernestina Herrera de Noble y el fuerte lobby que se presume allí encabezará, como “perseguida política” del “régimen”, enciende luces rojas en el futuro escenario electoral.

Frente a esta lectura de la realidad, el gobierno pareciera inclinado a un retroceso táctico en algunas esferas, pero desgraciadamente esto puede afectar las líneas estratégicas que han resultado vitales al desarrollo y la autonomía nacional.

lunes, 28 de junio de 2010

1/7 Jueves Convocatoria Popular Charla de coyuntura con acento en la ciudad

En el marco de los debates de coyuntura generados por Convocatoria Popular los invitamos este jueves 1º de julio a las 18.30hs al debate sobre: Situación política post – Bicentenario, marco nacional con especial énfasis en el panorama de la Ciudad de Bs. As.

La cita es en Humberto Iº 1712 y Solís (CABA) a 2 cuadras de Av. San Juan y Entre Ríos (estación Entre Ríos subte "E")

Participaran los compañeros de las organizaciones y militantes que integran Convocatoria Popular y numerosos invitados para aportar al debate que dentro del marco general tendrá esta vez un especial acento sobre la ciudad de Bs. As.

Convocatoria Popular es un espacio plural NO electoral generado por miembros de CGT, CTA, organizaciones sociales y políticas, partidos políticos, participantes en Carta Abierta, y una diversidad de militantes del Campo Popular para trabajar por la unidad.

audio Yasky

Bajá el audio de la intervención de Yasky en el acto del Bauen desde
http://www.mediafire.com/file/tdk1om10wjh/YaskyBauen.mp3

viernes, 25 de junio de 2010

Acto en apoyo a la lista encabezada por Hugo Yasky en la CTA

Agradecemos la difusion,y las adhesiones que nos puedan enviar a la declaración que aparece al final de este correo a movpatriagrande@gmail.com  aclarando si es a título personal o de una organización.

Gracias


Adhirieron al documento convocante que se pega más abajo:


Organizaciones: Movimiento Popular Patria grande, Centro Cultural Enrique Santos Discepolo, Agrupación Envar El Kadri, Corriente Política 17 de Agosto, Agrupación Manuel Ugarte, EDE-CABA (Encuentro Por la Democracia y la Equidad de la C.A.B.A.), Encuentro Nacional Popular y Latinoamericano, Frente Barrial 19 y 20 de diciembre, Centro Nueva Tierra, Grupo Tuñon-Iniciativa Socialista, Asamblea de Floresta, Multisectorial de San Cristobal, Colectivo Ciudadania, Centro Cultural del Peronismo Revolucionario, Consenso Bicentenario, MTD Anibal Verón, Comedor Los Pibes, Radio Con Todo, Juventud de Frente, Corriente Nacional Martin Fierro, JP Descamisados, FOCO (Foro Ciudadano de Participación por la Justicia y los Derechos Humanos), Peronismo 26 de Julio (Regional Bs. As.), Comisión interna Banco Central-CTA, Comisión Ate-Legislatura, Movimiento Octubres, MTL-Capital en la Corriente Agustín Tosco. Partido Proyecto Popular, Peronismo Militante, Cooperativa de Vivienda Popular, Agrupación La Movida Universitaria


Compañeros: Rubén Dri, Norberto Galasso, Marcelo Frondizi, Taty Almeida, Néstor Gorojovsky, Ana González, Julio Godio, Coco Blaustein, Alejandro kacero, Nacho Ivancich, Gabriel Rubinstein, Juan Cruz Daffunchio, Mona Moncalvillo, Nestor Borri, Aurelio Argañaraz, Gabriel Lerner, Lido Iacominni, Silvia Diaz, Quito Aragon, Marcelo Koenig, Carlos Berman, Ángel Alloatti, Nicolás Codesido, María Rosa Olano, Ana Galván, Marcelo Coria, Raúl Ramírez, Luis de Echeandía, Yanny Magliocchini, Ana María Lódola, Silvia Panebianco, Walter Formento, David Santoni, Guillermo Levy, Guillermo Varela, Rubén Fanesi, Ignacio Rojo, Hector Edgardo Alvarez, Gerardo Codina, Amado Heller, Horacio Acebedo, Osvaldo Cuesta, Patricia Cuesta, Susana Romo, Cecilia Hopen, Roberto Páez González, Tomas Martinez, Diego Palacios, Guillermo Levy, Daniel Jatimliansky, Juliana Gonzalez, Solange Verón, María Eva Rearte, Hugo Giangreco, Alejandro Rofman, Erico Westergaard, Mario Ulanovsky, Juan Manuel Gonzalez, Lito Borello, Nahuel Beibe, Jorge Testero, Andrea Echevarría, Jorge Carpio, Isabel Cabezas, María Elena Lastra, Alfredo Argento, María Otheguy, Pablo Gennaro, Gastón Harispe, Andrés Lombardi, Rodolfo Fernández, Marcelo Yaquet, Tito Nenna, Eduardo Lopez, “Gallego” Fernandez, Carlos Aznarez, Eduardo Tissera


Para ver el artículo en Página12
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-148268-2010-06-25.html




Texto del documento firmado por organizaciones y personalidades:


Las organizaciones y compañeros que abajo firmamos, muchos integramos a la CTA, y otros hemos compartido y reivindicado su Historia:


Historia de una de las más potentes expresiones de resistencia y lucha del Pueblo Argentino contra el modelo Neoliberal, contra la impunidad, contra el vaciamiento del Estado y las privatizaciones, la desnacionalización de nuestra economía, la exclusión social, las “relaciones carnales” y el sometimiento al capital financiero.


Historia de creatividad y recomposición del campo popular. La que reconoció en su seno a jubilados, trabajadores desocupados, trabajadoras sexuales. La que respondió a la exclusión y fragmentación, abriendo la puerta de la central a los movimientos
sociales, los piqueteros, los militantes territoriales y de derechos humanos, y a todos aquellos que necesitaban encontrar un lugar para la defensa de sus derechos.


Historia de Trabajo por la unidad, como la que tempranamente alumbrara la Marcha Federal, junto a los compañeros del MTA que hoy conducen la CGT, junto a pequeños empresarios, estudiantes y otros sectores sociales.


Historia de Lucha contra la impunidad, por la Memoria, la Verdad, la Justicia. Como la que tuvo en la CTA el punto de encuentro de los cientos y miles de organizaciones y militantes que en todo el país construimos la multitudinaria movilización del 24 de marzo del 96, a 20 años del golpe, “contra el terrorismo de estado y el neoliberalismo”.


Historia que dio combate a la represión, cada vez que un compañero caía víctima del modelo de muerte, con paros, movilizaciones y amplias articulaciones, como la que colmó las calles de Buenos Airess, luego del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, logrando la convocatoria a elecciones y la salida anticipada del máximo responsable de los crímenes, el ex presidente Duhalde.


Historia que puso límite al deterioro de la Salud y la Educación Públicas, y al de las condiciones de vida del Pueblo, con epopeyas como el Ayuno y la Carpa Blanca Docente, tres años instalada frente al congreso nacional.


Historia fructífera en la búsqueda de Nuevos Pensamientos, y en la elaboración de propuestas como la que dio lugar a la “Asignación Universal por Hijo”.


Historia de compromiso y militancia por la liberación e integración latinoamericana, como la que hizo de la CTA un referente ineludible en los foros y articulaciones regionales, y la encontró ejerciendo la solidaridad y movilización por Cuba, Bolivia, Chiapas, Venezuela y tantos otros.


Sin duda, esta Historia, estuvo en los cimientos del "19 y 20" y esta en los cimientos del avance popular que en estos años comienza a dar vuelta la página del modelo de exclusión y muerte, y marcha hacia un modelo nacional, popular, democrático, latinoamericano.


En estos años de asonadas reaccionarias y fuerte ofensiva de la derecha, la CTA junto con la CGT, en una política de unidad por la defensa de intereses estratégicos, fueron y son un pilar fundamental del proceso popular. Esto fue visible en las calles ante las intentonas destituyentes de la mesa de enlace, en la promoción y movilización por la ley de medios, en la recuperación del BCRA y la
defensa de Mercedes Marco del Pont, en la reversión de los despidos de periodistas por parte del grupo Vila-Manzano ante el anuncio de una marcha conjunta de ambas centrales.


Porque la identidad y la coherencia exigen continuar la historia, de lucha contra el neoliberalismo y sus consecuencias, de busqueda de la unidad de los trabajadores y sectores populares, de creatividad y organización para mayor democracia y distribucion de la riqueza.


Por que hoy, la Historia Nacional sigue necesitando de la CTA un protagonismo decisivo para sostener y profundizar el avance popular, apoyamos la continuidad del Compañero Hugo Yasky como Secretario General de la CTA.

jueves, 17 de junio de 2010

El proceso golpista del conglomerado opositor

El proceso golpista del conglomerado opositor (Por Rubén)

Rubén Dri en Página/12

El proceso golpista del conglomerado opositor

Por Rubén Dri (Filósofo. Profesor consulto Facultad de Ciencias Sociales-UBA)

Tres millones y medio de chicos reciben Asignación Universal por Hijo.

Dos millones de ciudadanos que estuvieron obligados a trabajar en todas su vida en negro, pudieron jubilarse. Cien mil mujeres y hombres integran cooperativas de trabajo. Hemos recuperado nuestros aportes jubilatorios al reestatizar las AFJP. Hemos recuperado Aerolíneas Argentinas. Tenemos una ley de medios audiovisuales democráticas, un verdadero modelo. Tenemos asegurada la provisión de leche, carne, trigo, por los acuerdos del gobierno y los verdaderos productores. La desocupación hoy es del 8 por ciento frente al 23 por ciento de 2001. Las reservas del Banco Central pasaron de 8000 millones a 48.000 millones. Los genocidas siguen siendo juzgados y condenados. Los chicos que fueron apropiados siguen encontrando a su familia. Además, el ALCA naufragó en las aguas del Atlántico marplatense. La participación de Argentina a través de su gobierno fue protagonista en los avances de la integración de Latinoamérica. El golpe contra Evo Morales encontró a los presidentes latinoamericanos, con claro protagonismo de nuestra Presidenta, unidos en apoyo al presidente boliviano.

Todo esto se logró después del desastre provocado por las políticas llevadas a cabo en la década del 90 que epilogaron en 2001 con la destrucción del Estado y de la Nación en la que las provincias quedaron desarticuladas, manejando papeles que figuraban como moneda sin ningún tipo de respaldo real, viéndose obligada la población para poder subsistir a volver siglos atrás recurriendo al trueque directo, como se hacía milenios.

De allí venimos. Los principales causantes de tales desastres hoy conforman lo que pomposamente se denomina “oposición”, y la denominación les cabe perfectamente, porque lo único que los une es eso, el oponerse, tarea que conforma una de las formas de “golpe” de Estado que ahora se llevan a cabo. Se han propuesto que el Gobierno no pueda realizar su tarea, es decir, “gobernar”. Para lograrlo han “asaltado” el Congreso, tarea que fue posible por la incalificable colaboración de un tal denominado “centroizquierda” para el cual el acuerdo logrado fue un “hecho histórico”.

La férrea voluntad política de la Presidenta de avanzar, a pesar de los obstáculos, ha vuelto a encrespar al conglomerado opositor tratando de inmovilizar al ejecutivo. La más exaltada en la tarea es Elisa Carrió que, inmediatamente después de la espléndida exposición que hiciera la Presidenta, azuzaba al conglomerado gritando la necesidad de “unificar la estrategia opositora para derrotar al kirchnerismo –es decir, al Gobierno– en el Congreso”.

Maniatar al Gobierno, frenarlo, paralizarlo, o sea, voltearlo. Esa es la estrategia y para eso la necesidad de unir a ese conglomerado al que sólo une el espanto. Pero la inquieta Carrió encuentra un escollo que es necesario remover, o mejor, ablandar, el “centroizquierda” cuyos vaivenes la sulfuran, y las chicanea: “Si no que después expliquen a la sociedad si son o no cómplices del Gobierno”. Como colofón, utilizó la expresión apocalíptica que en su momento hiciera Carlos Menem, “a los tibios los vomita Dios”.

Problema arduo. Desde la izquierda aliarse a la derecha no puede menos de ocasionar “mala conciencia”. La Sociedad Rural no puede menos de estar agradecida, pues nunca se imaginó lograr tales poderes en el Poder Legislativo.

Las cartas están echadas desde hace rato, por lo menos desde el proceso golpista iniciado para hacer retroceder al Gobierno frente a la pretensión de poner límites a las superganancias sojeras, pero ahora es absolutamente imposible no verlo.

La Presidenta puso en claro lo que para muchos todavía no lo estaba, o, en otras palabras, puso en limpio lo que estaba en borrador. Nos habló de dos países, el real y el virtual. No sé si los términos son los más adecuados, pero dicen claramente lo que quieren decir. Los avances logrados desde el 2003 para acá son negados absolutamente y en su lugar se pinta un país catastrófico. Es el clima con el cual, más el amordazamiento al Gobierno que se pretende hacer desde el Congreso, se pretende culminar el golpe en marcha.

Coyunturando...

Coyunturando....(por Lido )

Un esfuerzo por darle a la coyuntura una mirada mas larga


por Lido Iacomini

Movimiento Patria Grande

Convocatoria Popular



1º) No es seguramente un ángulo objetivo mirar la elección de Néstor Kirchner al frente de la Secretaría General de la UNASUR desde las trincheras del oficialismo ni de la oposición. Creo que el mejor observatorio debe ubicarse en el lugar de las aspiraciones e intereses latinoamericanos y teniendo en cuenta el marco internacional. Es decir de un mundo signado por la aguda crisis provocada por el estallido de la burbuja financiera en el centro de la economía global y sus sucedáneos.

La elección de un Secretario General de la UNASUR corona una etapa de institucionalización de los esfuerzos de unificación regional, indispensable para profundizar el rumbo de autonomización sudamericano, superador de la larga historia de la dependencia y dique de contención ante los intentos restauradores del neoliberalismo.

No es un hecho casual que la reunión de los presidentes sudamericanos realizada en Los Cardales suceda en pocos días a la reunión del BRIC en Brasil, donde se han dado pasos para constituir una especie de FMI alternativo para los países emergentes. La confluencia de esfuerzos organizativos refleja la confluencia de intereses comunes: eludir los cimbronazos de la crisis de los países centrales, evitar ser los patos de la boda y encontrar los rumbos alternativos en la construcción de un mundo multipolar, más justo, equilibrado e igualitario.

Latinoamérica, tomada en su conjunto, se destaca por contar con los gobiernos más progresistas, avanzados y autónomos de las políticas de las potencias centrales. En su seno se han desarrollado experiencias inéditas de participación y lucha popular. Sus economías se han sustraído en buena medida de los rasgos más nefastos que imprimió la crisis en el mundo y tiene las condiciones económicas, políticas, sociales e institucionales favorables para constituirse en un polo de poder internacional que contrapese las presiones imperialistas, gravite en las negociaciones internacionales y pueda establecer vínculos y alianzas con otras potencias o polos de poder emergentes, para ir edificando, paso a paso, una arquitectura diferente (o alternativa) a la que ha guiado las relaciones internacionales (política y económicamente) en el período de dominio unipolar del mundo.

Las potencias centrales, en particular los EEUU, han defraudado las expectativas despertadas por su nueva administración de introducir cambios sustanciales, de políticas e instrumentos, como las regulaciones indispensables al capital financiero, los cambios de paradigmas en las organizaciones internacionales, la democratización de las estructuras económicas y políticas mundiales, la revitalización de la adormecida ONU, etc.

Como consecuencia de las primeras medidas adoptadas en el momento del estallido inicial de la crisis -por los mismos que la provocaron comenzando por George W. Bush – cifras inimaginables en millones de dólares fueron al salvataje del depredador sistema financiero hegemónico, para insuflarle una vida que no merece. Y así sigue en escena trabando los cambios que permitan el desarrollo de un nuevo paradigma e impidiendo la salida de la crisis. Y por ello nuevas manifestaciones de su vigencia, como la crisis griega y sus nada improbables ramificaciones hacia los eslabones más débiles de Europa, son observadas con preocupación por los pueblos del mundo, en especial las clases trabajadoras que manifiestan su solidaridad con la lucha del pueblo griego.

Desde este panorama global se puede inferir que la responsabilidad y la labor que se espera de la Secretaría General de la UNASUR, en realidad del conjunto de las naciones que la componen y de su cuerpo ejecutivo, es inmensa: articular e instrumentar las medidas mas concretas y urgentes, como el Banco del Sur, que miren hacia adentro de la región, al fortalecimiento de su trama económica, política y cultural que nos une y a proyectarse hacia el mundo como lo visionaron los grandes padres de la Patria Grande.

Toda mirada que privilegie los intereses facciosos de la lucha interna no comprende, o lo que es peor se opone a, los intereses estratégicos e históricos de nuestros pueblos. Desde ese lugar la oposición ha dado rienda suelta a opiniones miserables. En el oficialismo también aparecen voces y dudas signadas por las erróneas preocupaciones electorales y de corto plazo.

No cabe duda que la lucha política interna se proyectará sobre la gestión de N. Kirchner y no importando mucho lo que motive más al ex presidente sino a lo que suceda más allá de sus ambiciones y deseos. Es su oportunidad histórica para templar un carácter de estadista, complementario pero nunca supletorio de su garra combativa.

El proceso político latinoamericano e internacional están a su favor, pero en cuánto ésto pueda potenciarse es difícil de prever, y una parte de ello estará en su cualidad de conducción.

2º) Mientras tanto es indudable que su nombramiento se constituye en un dato a favor del gobierno de Cristina, que junto a varios otros, como el magma político provocado por las incapacidades de la oposición y los aciertos de las audaces medidas tomadas por el gobierno van regenerando lenta pero claramente perspectivas probables de triunfo para el proyecto en curso.

Generalmente impera una visión errónea de lo que le ocurre a la oposición: se dice que están divididos y se ancla en la pobreza política y conceptual de cada uno de los aspirantes al sillón de Rivadavia y la flacura de sus propuestas. En realidad si están divididos e imposibilitados de generar liderazgos es porque son sujetos pasivos de la debacle del modelo dependiente neoliberal. No pueden tener alternativas ni modelos ni proyectos sólidos porque ni sus mandantes ni sus socios los tienen. Porque frente a la crisis global – que no ha cesado de ninguna manera como lo evidencian los acontecimientos europeos- la única alternativa es la autonomía de los países centrales y la unidad de los latinoamericanos y otras naciones emergentes.

Es tentador analizar alguna variante para alumbrar esta tesis. Uno de los dirigentes más lúcidos de la derecha (no por ello menos nefasto) es Eduardo Duhalde. Quemado al extremo de ser el primer improbable próximo presidente, sin embargo tiene una vocación por la situación internacional que sus hermanos de la oposición demuestran no poseer. Amén de su tendencia a respetar en exceso al Departamento de Estado norteamericano, se manifiesta entusiasta de Lula, aunque seguro que votaría por Serra, ya que su camino para acercarse a los EEUU sería convertir a la Argentina en la centroderecha democrática de la UNASUR, con lo que rompería el equilibrio demostrado por la política exterior de Taiana. Por supuesto así le sería imposible conseguir la Secretaría General de la UNASUR. Su política industrial no lo alejaría de Brasil pero la experiencia de la lucha por la 125 demuestra la enorme dificultad de conjugar los intereses (como Duhalde promete) de la Mesa de Enlace con una UIA efectivamente representativa de los industriales y no como la actual, inclinada a la AEA.



3º) Los últimos hechos extraparlamentarios son de una importancia nada coyuntural, se inscriben en un proceso de largo plazo que en algunos casos culminan la “transición” democrática y en otros apuntan a las transformaciones estructurales, es decir delinean una Argentina que ha cambiado para poder estar en condiciones de atreverse a mas profundos cambios. Los juicios a los responsables de la dictadura en instancias decisivas, la detención de Martínez de Hoz que disloca la encerrona militar en la caracterización del “Proceso”, la llegada a la justicia de Macri, el desenlace probable del caso de los “hijos” de Ernestina Herrera de Noble, la inminente resolución de la Corte sobre la Ley de Medios y sobre todo la asignación universal por hijo, que junto al nombramiento de Kirchner en la UNASUR son un paquete indicativo del cambio de época.

4º) El síndrome Alfonsín. Con los aciertos en la política internacional, con la Ley de Medios o con la mayoría de los hechos positivos del punto 3 (exceptuando la asignación universal por hijo) se puede decir que, a corto plazo, no se puede comer, educar ni sanar. Y esto es un drama no menor, cuando una empiojada oposición parlamentaria pelea con denuedo por retacear los fondos públicos, inutilizando los mecanismos e instrumentos con que debiera contar el gobierno para mejorar la vida material del pueblo, desarrollar su economía y achicar la brecha social.

Teniendo en cuenta que aún es enorme la deuda interna, los que menos tienen no se pueden conformar con los beneficios a mediano y largo plazo: éstos requieren una paciencia contradictoria con el descreimiento en la política, producto de décadas de frustraciones. Y son muchos los que menos tienen. El éxito de la asignación universal por hijo debe complementarse con mayores audacias distributivas que neutralicen los mecanismos inflacionarios con que los sectores concentrados de la economía recuperan sus tasas de beneficios y generan problemas en la relación entre el pueblo y su gobierno.

En ese sentido la autocomplacencia por los aciertos es soporífera y peligrosa. El pesimista “bicentenario” que hoy pregonan los medios y la oposición solo puede ser enfrentado con el optimismo de la lucha, el despliegue de fuerzas populares y su organización. Las movilizaciones que se han protagonizado estos meses son la mejor prueba de ello: ellas regeneraron la confianza y el optimismo y de ninguna manera lo fue el discurso negador de los ángulos oscuros de nuestra realidad. El campo popular se viene recomponiendo, reconstruyendo el activismo político y esto es hoy como dicen algunos una “minoría intensa”. No es poco pero necesitamos mucho más.

La oposición no logró mantener un activismo después de su “hora gloriosa” de la Recoleta. Sus partidos y organizaciones son hoy una entelequia mediática, pero pueden todavía darnos un susto ante posibles errores del gobierno, que se precipitan cuando a la reconquista del optimismo se le cuelan ciertas dosis de arrogancia.

5º) Los debates del Bicentenario no se pueden separar de ésta visión de la coyuntura: Carta Abierta ha elaborado una Declaración del Bicentenario de trascendencia histórica y conjuga su firma con un importante abanico de personalidades y organizaciones sociales y políticas, consolidando una trinchera cultural indispensable, que hace la diferencia en la lucha por los significados que hoy enfrenta al campo nacional con los medios concentrados dedicados a difundir el mensaje ideológico de la reacción. Mientras “Ñ” (del Grupo Clarín) contrapone su nostalgia de la paz y abundancia del Primer Centenario (la paz de la Ley de Residencia y la abundancia oligárquica del país agroexportador) a la decadencia, empobrecimiento y fragmentación del país del Bicentenario (Luis Alberto Romero – Ñ Nº 343 – Sábado 24 de Abril de 2010) Carta Abierta recoge las deudas de una revolución inconclusa en la exaltación de un Bicentenario con potencialidad de emancipación y Patria Grande, ubicando en su justo lugar a los verdaderos protagonistas –invisibilizados- de nuestra historia. El relato histórico cobra un nuevo sentido, reubicando los cauces que escudriñen muestro destino.

sábado, 5 de junio de 2010

Una Pueblada diferente

DOS REFLEXIONES SOBRE LAS CELEBRACIONES DEL BICENTENARIO

Los ecos de una fiesta popular

Por Rubén Dri *

Una pueblada diferente

Del 22 al 25 de mayo el centro de Buenos Aires fue una marea incontenible de pueblo haciendo estallar sus ganas irrefrenables de festejar, produciendo, de esa manera, una de las grandes “puebladas” que desde mediados del siglo pasado vienen jalonando la historia nacional. Pero se trata de una pueblada “diferente” y si bien cada pueblada tiene su sello particular y es diferente a las otras, ésta lo es de manera especial. En primer lugar, debemos preguntarnos sobre la categoría “pueblo”. Parece que se trata de una categoría borrosa, propia de analfabetos tercermundistas que no entienden que la sociedad está dividida en clases sociales y, de esa manera, mezclan las clases y de un abigarrado de ellas hacen una especie de sujeto denominado “pueblo”. De hecho, diversas agrupaciones políticas que pretenden orientarse con un programa “progresista” se dicen pertenecientes al “centroizquierda”.

Una mirada general a la conformación de las sociedades por el capitalismo en el Primer y en el Tercer Mundo nos hará comprender lo que abarca la categoría “pueblo”. En el Primer Mundo, en su epicentro, allí donde tiene sus raíces, el capitalismo produce una diferenciación clara de clases sociales que se expresan a nivel político, en sus correspondientes partidos. Diferente es su comportamiento en el Tercer Mundo, donde el capitalismo es introducido desde fuera. Aquí las clases se presentan con contornos borrosos, difícilmente articulables en partidos clasistas. La dominación configurada como “oligarquía” se ejerce sobre un conglomerado donde figuran trabajadores ocupados y desocupados, campesinos, villeros, cuentapropistas, empleadas domésticas, trabajadores temporarios, pueblos originarios, comunidades de diverso tipo. Todos estos sectores que sufren las consecuencias de la dominación tienden a conformar el “pueblo”. “Tienden”, porque no necesariamente lo conforman, porque ser pueblo significa ser sujeto-pueblo. Nadie es sujeto sino que se hace sujeto, se crea como sujeto. Esto vale para el sujeto individual y el colectivo, cualquier sujeto colectivo sólo es tal en la medida en que decide serlo. Devenir sujeto, hacerse sujeto, es un proceso continuo, dialéctico. En la medida en que el sujeto deja de hacerse, de ponerse, es llevado por delante, es reducido a objeto manipulable. Las “puebladas” son los momentos en que el pueblo decide dejar de ser objeto, dejar de deslizarse hacia la objetualización y revertir la marcha. Son momentos de refundación.

La historia de nuestro país vista desde abajo es la historia de sus puebladas. Desde mediados del siglo pasado hasta el Bicentenario podemos distinguir cuatro grandes puebladas desde las que el pueblo se rehizo y comenzó una nueva etapa histórica. La primera es la del 17 de octubre de 1945 con que se construye la “nueva Argentina” de pleno empleo, violentamente reprimida en 1955. La segunda tiene lugar en Córdoba, el 29 de mayo de 1969, que inaugura una nueva etapa que triunfa en 1973 y sólo es vencida mediante un verdadero genocidio. Fueron dos puebladas en las que el sujeto-pueblo no sólo ocupaba el espacio público sino que lo hacía con un proyecto, organizaciones y liderazgos capaces de llevarlo a cabo. Diferente es la pueblada que se produce el 19-20 de diciembre de 2001, porque esta vez como en las anteriores se rechazaba un modelo de país, pero no se tenía un proyecto alternativo, no había organizaciones ni liderazgos capaces de encaminar la fuerza popular hacia una construcción positiva. A partir de 2003 con la emergencia de un liderazgo que aparece en forma no prevista, por la ventana, diríamos, comienzan a cristalizar realizaciones que responden a lo que la pueblada había reclamado sin lograr realizar propuestas concretas. Todo el trabajo que habían realizado los movimientos sociales y de derechos humanos, los gremios en los ’90 van dando los frutos esperados.

Llegamos así al 2010, año del Bicentenario, cuando se produce una pueblada completamente distinta. Es la primera en la que no se reclama nada sino que sólo se festeja. Son cuatro días en que un río de pueblo nunca visto inunda el centro de Buenos Aires, festejando, a pesar de la infernal propaganda de la absoluta mayoría de los medios de comunicación en el sentido de que todo está mal y, en consecuencia, de acuerdo en esto con algunos grupos de izquierda, no hay nada que festejar. Un pueblo que, convocado o invitado por el Gobierno, sale a festejar de esa manera, lo hace políticamente. Da risa la torcida interpretación de voceros opositores que interpretan que el pueblo festejando dio un mensaje contrario al Gobierno, diciéndole que no está de acuerdo con su “crispación”. El pueblo bailó, cantó, saltó, dijo a los gritos que está contento, lo que no quiere decir que no tenga críticas o que no hay nada más que hacer. Puede verse la pueblada bicentenaria como la negación de la negación de la pueblada del 19-20 de diciembre del 2001. Esta expresó la utopía en negativo, ¡que se vayan todos! No se trataba en realidad de los individuos que ocupaban los puestos políticos, aunque necesariamente éstos se viesen involucrados, sino de la política neoliberal que había producido el desastre nacional. Ese mismo pueblo, que entonces no encontraba el camino de la recuperación, ahora celebra su encuentro. Si antes reclamó, luchó y fue atrozmente reprimido, dejando treinta compañeros asesinados, ahora celebra por el camino reencontrado, camino que hay que transitar y en muchos aspectos corregir. La lucha seguirá siendo ardua, pero ello no le impedirá festejar.

Nuestra historia siempre estuvo atravesada por dos proyectos antagónicos, uno incluyente y otro excluyente; uno que se mira a sí mismo y este sí mismo es no sólo la patria chica, sino la patria grande latinoamericana, y otro que mira hacia fuera desde la patria chica; uno industrialista y el otro agroexportador. Esos dos proyectos se han mostrado en la pueblada del Bicentenario. Nadie programó que la Presidenta no concurriese al Colón, ni que se realizasen dos Tedéum. La bifurcación se dio por la lógica misma del movimiento. Fue la manifestación de la vigencia de los dos proyectos antagónicos que una determinada “oposición” pretende ocultar con la hipocresía del “consenso”. ¿Acaso la “oposición” expresada por los grandes medios podía festejar, cuando se cansó de repetir que todo está mal, que la inseguridad se ha instalado entre nosotros, que el miedo reina en todas partes?

Lo que bajo la invocación al consenso y a la calidad institucional se quiere ocultar, el pueblo lo ha desocultado, y lo ha hecho de una manera inédita, festiva. Ningún accidente cuando una marea de millones de seres humanos se mueven, se encuentran, celebran, cantan y bailan, es no sólo una maravilla, sino un auténtico milagro que sólo un pueblo feliz puede hacer real.
* Filósofo, profesor consulto de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA